martes, 8 de diciembre de 2009

Efímero

Soñé que paría por la boca
aquel cielo que se escapó de tus ojos
y ha dejado solitarios tus pies
que perdieron ya el rumbo.

Y no era tan doloroso
como saberte ciega el alma,
como el calor amargo de estas manos
que aún inmóviles tocarte quieren.

Pero yo sólo soñé nacer ese cielo
que ya no existe,
que fue tragado por un adiós.



Selene Ortega
San José del Cabo
19 de noviembre de 2009