lunes, 3 de diciembre de 2018

Juego amoroso el ir y venir del mar, de Óscar Sánchez Soto


En la orilla exacta de la mirada
mis manos son peces difusos en la plenitud de la marea.

Allí adivinan encuentros prodigiosos,
tiempos de profundidades,
paisajes de verdores huidizos.

En el vaivén de las olas
se desliza el apresurado huir de las cabelleras.

La movediza certidumbre de los cuerpos.

Juego amoroso,
el ir y venir del mar.

Mis manos fugadas
son un acto de creación
que ocurre en la orilla exacta del asombro.