Tengo a Grieg
acuchillando con cada nota palpitante
el motor de esta máquina triste,
temblorosa.
Es el primer movimiento
el que asoma las dolientes tardes
en que el piano gritaba
al mando de tu tacto
y llovía, llovía como hoy el llanto.
Selene Ortega
Navolato, Sinaloa
20-abril-2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario