jueves, 6 de mayo de 2010

Soledad

He vuelto a aquella mesita del Mirò
donde Claudia y yo hablábamos de ti
cuando no te conocíamos.
Claudia, la de enramados cerros,
la ausente amiga que se fue
y vino más ausente:
Claudia lejana.
Y estoy aquí sentada y sola como la luna,
sin ti y sin Claudia.
Ni siquiera ese bullicio mareado
con olor a americano me acompaña.
Todos los ruidos me pierden
y yo sólo busco un rincón
donde estés tú o Claudia
pero no es posible,
es como si la noche miope los escondiera
y me duele más que pensarlos muertos,
muertos de mí,
tan allá que mis pues se doblan
y este ruido me consume, me atrapa
y no hago más que pensar en ti
o en Claudia.

Selene Ortega
Mayo 4 del 2010

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