domingo, 28 de septiembre de 2008

La importancia de un libro viejo

Termino de leer una antología publicada por la UNAM sobre el estridentismo. Este libro terminó de nacer el 12 de abril de 1983. Yo nací en el 85. Es una delicia recorrer-oler sus páginas y poder admirar un objeto inanimado al que las manos de uno le van dando vida: leer una obra que estaba antes de nuestro nacimiento. Y no me refiero a textos clásicos que todo mundo quiere reeditar, sino a tener un amarillento libro ante nuestros ojos que diga: estoy más vivo que tú. Un libro viejo es patrimonio de la humanidad de uno mismo. Así los árboles siguen viviendo.

Cuando muera
no me lleven flores
Llévenme libros viejos
para impregnarme de su aroma
en el andar de mi eternidad


Selene Ortega
Septiembre 28 de 2008
Culiacán, Sinaloa

No hay comentarios: