lunes, 15 de septiembre de 2008

Toque de queda


Para Jorge Luis Ceyca Hernández


El viento trae sonido de sirenas
y rezos desorbitados pecho tierra.

Miedo en los gritos de mis ojos:
impensable-incontable-invencible.

Una bala:
debajo de las piedras
en el rincón más alejado.

Culiacán huele a sangre
y los segundos la convierten en desierto: tiembla:
se llena de muertos que no conoce.

El niño con todos sus tres años
le pregunta a su madre
por qué el parque es camposanto.

El siniestro añil se ve a pesar del sol.
Tamazula escarlata
cinabrio Humaya
y agua de plomo.

Tiñes tus labios de carmín nocturno:
Violenta Culiacán roja
Ardiente Culiacán roja.
Has elegido el color
sembrando muertos desolados
en la tierra lacerada de tu cuerpo.


Selene Ortega
Mayo, 2008
Culiacán

No hay comentarios: