como las tardes de silencio coagulado
que aprisionan mis ansias de verte
Aparece
Triste espera que aún palpita un amor quedo
Y he sido paciente
devorando las agitadas noches
que de otros brazos bebes
y guardando recelosa el cáliz bendito de tus labios
Aparece
Las mañanas se atragantan en mi cama
pendientes de un reloj inmóvil
y un rocío que acaricia mis pestañas.
Selene Ortega
01-03-2010
4 comentarios:
La paciencia impaciente, ese juego de contrarios reluce espléndido en el poema.
Un abrazo
Marian
Marian, muchas gracias por la paciencia que me obsequias.
Me gutó, Sele. Bechos
Qué alegría que te guste, Chabe. Besos.
Publicar un comentario