que usaba
cuando tu aliento era mi refugio.
Sin remordimiento lo aventé
a la basura del tiempo.
Se quedó ahí, tan solemne,
inmóvil,
como diciendo:
él está sembrado en tu recuerdo.
Ya no sé los días desde eso,
sólo estoy cierta
de que la semilla infértil de pensarte,
embodegada en el polvo de mis miedos,
me dice que tu nombre
que es eco
esparció una plaga con sus besos.
Selene Ortega
22 de abril de 2010
2 comentarios:
¡Precioso!
La Chabela
Tú todo el tiempo halagando :$
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